viernes, 17 de enero de 2014

INTERRUPCIONES: ejercicios escultóricos en el espacio público



Trave
instalación
Madera de huacal
15.7 m
Chema  Chino
2014 












MUELLE Y ARCO



 
 
Cordialmente invitados a detenerse,  mirar, caminar, tocar...la idea es un pensamiento sin dejar de pulir.




Muelle y arco ”

Chema chino / Laura Freeth 

Madera, clavos e hilos.
8 x 6 x 1 metros

2013


Trabajo realizado dentro del IV festival  Arte de la Tierra  que se llevo a cabo en el volcán del Paricutín  en el estado de Michoacán, México de 2013.









 
La idea del muelle se crea a partir de una frase dentro del pueblo de Angahuan, Edo de Michoacán: "hacia el norte esta el mar de lava ", refiriéndose a lo que posteriormente a la erupción del volcán el Paricutín en el año de 1943 se construyo este vasto paisaje. 



El primer acto que realizamos en el espacio-paisaje de trabajo fue el de reconocimiento, proceso mismo que nos llevo a reflexionar y observar los detalles del entorno. De esto salieron términos muy importantes como:

Irregularidades, Subidas, Bajadas, Caminos, Veredas, Grietas, ásperos, Saltos, Cortantes, Piedras, Caídas...

La relación de estos términos nos daban una sensación de un territorio primitivo-natural de la cual la proporción-escala del cuerpo humano era mínima, reducida, pequeña.
Dentro de este proceso buscamos un punto fijo dentro de la inmensidad del espacio de las faldas del volcán del Paricutín que permitiera mirar los extremos entre el valle y la cúspide del volcán. 

"Mi cuerpo como medida visual del paisaje" (Laura Freeth),"la mirada interrumpida en el paisaje" (Chema Chino).











En contraste al paisaje (de forma irregular) el muelle se contrapone visual y funcionalmente, de aspecto plano, liso, recto, estructural, etc.  Le da un sentido de comodidad, de espera, de descanso, reposo. Dispositivo visual dentro del plano de la mirada. Paradero final de recorrido.


La potencia de observar se encuentra en el mismo muelle, ya que está situado en la parte alta del valle, en la línea recta que apunta al volcán del Paricutín.











vista hacia el Volcán Paricutín




El espectador crea el muelle, siendo este el que activa la obra, le da sentido, la recorre, la toca, se sienta, camina, descansa, observa. Desde el momento que el espectador inaugura este espacio se convierte en la misma obra, es fragmento de ella, continuidad de la madera. El espectador pasivo desaparece convirtiéndose en usuario, elemento que activa, articula, modifica y experimenta.

    
El objeto de madera irrumpe de manera visual su entorno, enmarca un  espacio específico y se convierte en una estructura que provoca extrañeza, sorpresa e incluso duda.











Dentro del paisaje el muelle aparece y desaparece. Frente a frente se puede observar monumentalmente, se recorre con el cuerpo. Fuera de este (100 m. aprox.) el muelle es microscópico, frágil, desvanecido. El recorrido se da a través de la mirada, de la percepción del espacio y la distancia.

El muelle está en su sitio, en el cual morirá, la madera se adapta a la tierra, el porvenir de la obra está determinado por el paso del tiempo, la lluvia, el polvo, el sol, el clima, etc.  Desde este punto poético la obra nunca nace ni muere, se adhiere.

El arco en espejo es la continuidad del Volcán, el límite de entrada y salida, la línea de lo que es afuera y dentro. Objeto suspendido que apunta hacia el infinito hacia el vacío. La continuidad del arco existe en la imaginación y en la mirada de su espectador. Objeto simbólico de inauguración y cierre.